Las Expendedurías de Tabacos, comúnmente llamadas Estancos, tienen una muy peculiar forma de transmisión o cesión.
Tramitada por el Comisionado para el Mercado de Tabacos dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública, dicha transmisión se puede llevar a cabo “inter vivos “o “mortis causa”, en este último caso se efectuaría conforme a la normativa de la sucesión, y ha de tenerse en cuenta el grado de parentesco.
Sucesión «inter vivos»
Ciñéndonos a la sucesión “inter vivos”, nos encontramos con dos supuestos:
El adquiriente es un tercero sin relación familiar con el transmitente
Cuando el adquirente sea un tercero sin relación familiar con el transmitente, se tratará de una compraventa, que a su vez puede ser del fondo de negocio exclusivamente o bien incluir el local donde se desarrolla la actividad.
En este caso, la escritura pública que oficializa la transmisión deberá ir a la compraventa valorada.
El adquiriente tiene relación familiar con el transmitente
Cuando el adquirente tenga alguna relación familiar con el transmitente, se trata de una donación, siempre y cuando no medie dinero en la transacción, porque de otro modo estaríamos hablando de una compraventa.
En este caso de donación, no habrá que valorar el fondo de negocio, pero sí a efectos fiscales, el local comercial donde se desarrolla la actividad.
En ambos casos, es requisito indispensable, la aportación de no tener antecedentes penales y aportar un certificado de estar al corriente con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social.
De igual modo, se necesita aportar fe de vida de la parte transmitente.
En resumen, se trata de una transmisión, algo compleja y poco común, por eso en Vázquez y Manchón tenemos experiencia en asesoría de transferencia de estancos
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